No son pocos los que han decidido estudiar un MBA en España, como se comenta en opiniones cursos eae, o en otros lugares del mundo, incluso se podría decir que se ha convertido en algo obligatorio si lo que buscas es escalar posición dentro de una empresa o tu propio negocio.
Pero hay otros que han llegado a sus treinta y tantos años, o más, por lo que posiblemente les restan unos cuarenta años de carrera profesional, y desean dedicar ese tiempo a una profesión como la informática, y deciden cambiar de manera radical de profesión.
Y es en serio, cambian de profesión. Se dedican a ejemplos que son reales, como al mundo de la música, la cocina de alto standing, hay quienes llevan la tienda de sus padres pues porque además les va muy bien e incluso podrían estar por jubilarse. Ante este tipo de cambio, son muchos los que podrían asustarse o bien alegrarse, pues han de ser frases que desde hace un tiempo se han hecho presentes, y no se sabe si por fortuna o desgracia, lo cierto es que se escuchan de manera reiterativa en un corto lapso de tiempo, y eso no ha de ser mera casualidad.
Hay personas que después de su trabajo optan por cursar estudios de un máster sobre “el negocio de la industria musical” pues desean dedicarse a ello, y de esta manera pueden dejar a un lado su profesión. Otros toman esta misma decisión, pero se dedican al tema forense en cualquiera de sus ámbitos, menos el informático, claro. Otros, que estando conscientes de que pasarán su vida ante un ordenador, prefieren pasarse al negocio literario, de cocina, negocios familiares, entre muchos más.
Con más de tres décadas encima, no es posible que una persona solo haya trabajado en informática (programación, bodyshopping, consultoría, SAP, o aquello que la suerte, o mala suerte, a cada uno le haya dado) sabiendo que solo le restan unos 15 años de media.
Pero si hacemos un alto, notaremos que aun dando lo mejor de sí, en países como España, no es bien tratada esta profesión, sobre todo desde las instancias estatales, por más que lo vendan, nunca será como esas extraordinarias historias que se cuentan de Silicon Valley o en “Porque no volvería a estudiar informática” o riesgos como el que se puso la carrera cuando por poco no aprueban las fichas de la ingeniería informática, o cuando el INE dejó a un lado a los ingenieros en Informática, tan solo por mencionar ciertas cosas contraproducentes.
En estado normal, se tiene un título universitario que suponemos nos otorga un “pasaporte” con el que se pueden buscar otros trabajos donde sólo nos solicitan un “título” para comenzar. Y, por si fuera poco, con la pinta que refleja lo de la edad de jubilación, nos pueden restar al menos otros 30 o 40 años de arduo trabajo.
Teniendo algo de organización y suerte, después de algunos años de trabajo, quizás tendremos algo de dinero ahorrado para hacer un máster o curso online una vez que hayamos salido del trabajo, llevado por la ilusión de una nueva vida.