En primer lugar, ¿por qué elegir una carrera en TI? Una razón primera y atractiva es que ofrece una garantía de empleo. La fuerza laboral de la industria del software continúa creciendo. Incluso las industrias tradicionalmente orientadas hacia productos distintos del software en sí, cada vez más buscan especialistas en TI. La razón es simple: los productos de alta tecnología tienen una porción cada vez mayor de software.
Según Alcatel, “el 60% del costo de un teléfono celular se debe al software». Para producir este software, la industria necesita científicos informáticos con una buena formación tanto en informática práctica (programación, ingeniería de software, compilación) como en informática básica (algoritmos, estructuras de datos). Además, el conocimiento necesario para producir este software sigue el ritmo de la evolución de su complejidad, es decir, aumenta cada año.
En un futuro cercano, solo los estudios en informática permitirán la producción eficiente y económica de este software y, en consecuencia, de los productos en los que están integrados. Tal vez ha llegado el momento de deshacerse de la imagen del informático que pasa 40-60 horas a la semana frente a su pantalla, sin ver la luz del día y sin interactuar con sus colegas que no sea por correo electrónico. De hecho, una carrera en TI a menudo implica muchos contactos con otros profesionales de TI, con clientes o usuarios finales del software y con proveedores de hardware y software.
Estos contactos son a menudo internacionales, lo que brinda la oportunidad de viajar con bastante regularidad. Si bien hay espacio para aquellos que prefieren no abandonar su pantalla, esta no es la norma.
Ahora tratemos de responder la pregunta ¿por qué estudiar ciencias de la computación cuando ha elegido una carrera diferente?. De hecho, el trabajo de un científico o ingeniero incluye cada vez más el uso de software específico para su campo, por ejemplo, software de CAD (diseño asistido por computadora) o software para calcular fuerzas en una construcción.
A menudo, un científico utiliza software que le permite evitar cálculos tediosos. Hoy en día, incluso un matemático utiliza software de álgebra computacional para operaciones simbólicas, como integrar funciones o simplificar expresiones. Este software destinado a usuarios científicos o de ingeniería es cada vez más programable, es decir, permite que un usuario avanzado agregue métodos, cálculos o funcionalidades que no están presentes en la versión inicial del software.
Incluso algunos programas de oficina, como las hojas de cálculo, son programables de esta manera. Para que un ingeniero o científico pueda utilizar este software de manera efectiva, debe tener una capacitación básica en informática. En ausencia de dicha capacitación, se arriesga a programar su software incorrectamente, lo que conducirá a la ineficiencia y a una gran pérdida de tiempo.
La complejidad del software continúa aumentando y lleva a la necesidad de más y más capacitación en informática para los usuarios. Además, una cultura informática básica le permitirá dialogar de manera efectiva con los informáticos responsables de desarrollar una aplicación para él.